viernes, 14 de noviembre de 2014

Lagartización.

¿Dónde quedaron mis fichas? ¿Me las tragué de un solo disparo?
¿Ó la sombra golpeó mi cara con tanta luz hartante?
Dorado brillo del pasado refleja mi rostro.
Se derriten caminos infames.
El Sol lagartiza sin impunidad.
Las costras mutan en escamas.
Cambios de piel para los nuevos hielos.
Quiebre de tu torre, cambio de tesoros.
Constrastes vivos florecerán en cada una de mis visiones.


lunes, 22 de septiembre de 2014

Invocación

Invocación. El llamado entre los seres, una mente en búsqueda de un enlace con otra. Un corazón deseando latir junto a otro. Es bello y doloroso al mismo tiempo. Cuando una esencia penetra nuestra esencia propia, se genera un enlace, una conexión. Dejémosnos penetrar por estas corrientes, puede ser un acto de masoquismo por las circunstancias (no por mucho) materiales de nuestra realidad, pero los tesoros que desentierran lo valen. Y los dolores y heridas también son tesoros. Nos enseñan a no lastimar, nos enseñan a ayudar, a dar contención a otros hermanos. Sólo conociendo el dolor podemos comprender a un ser sufriente. ¿Dónde se genera el dolor? ¿Por qué sufre un corazón? Pueden ser muchos los motivos, pero la empatía y la soledad son los ejes principales, dos caras de la misma moneda. En un estado de empatía compartimos el sufrimiento de otro ser. En un estado de soledad sufrimos por la falta de conexión. Por estos motivos sólo podremos alcanzar la dicha integrando una red global humana de conexión y contención emocional. Así, no sufriremos por soledad, y no sufriremos por empatía. ¿Qué ocurriría con las parejas? Más allá de la destrucción de los géneros, existen dos sexos complementarios. Y además existen los individuos, las individualidades. Entonces hay un orden de unidades de integración, de conexión. Individuo, pareja, grupo, humanidad. Necesitamos la conexión física porque es la culminación de los deseos, es la realidad diciendo 'Sí', es la aprobación del mundo de las posibilidades. No puedo dejar de hacer énfasis en la belleza de elegir y ser elegido recíprocamente. Es sentirse pleno, es darle sentido al viaje. Es súmamente fuerte el valor que se genera, casi podría llegar a ser el porqué mismo, la justificación de todo sacrificio. Pero los peligros abismales que rodean este tesoro son los vientos que revuelan espinas, amenazas para las burbujas de amor. Cuando el corazón sufre, sabemos que está despierto. Un corazón despierto es una antena más de poder. Un corazón despierto puede torcer el tiempo y el espacio. Un corazón despierto tiene éxito en su invocación.

Esperar

Esperar. Darle tiempo al tiempo, desarrollar la paciencia. ¿Cual es el significado de estos procesos? ¿Por qué no disponemos de mayor velocidad? La brecha temporal entre el deseo y el objeto es una de las causas del sufrimiento.¿Suprimir el deseo, ó acortar la brecha? Analicemos esta dicotomía. En esencia, el deseo es el motor de la acción, es la causa de los movimientos, es la tensión que permite el flujo de la vida. Ahora bien, suprimir el deseo implica inmovilidad, implica estancamiento. Tendenciosamente he utilizado términos con connotación negativa, podría decir, en cambio, que suprimir los deseos implica estabilidad (que resulta ser algo deseable frente a la inestabilidad emocional que nos golpea habitualmente). Sin embargo, la estabilidad habla de la destrucción de las opciones de nuevas trayectorias, en un estado de estabilidad ganamos precisión y capacidad de predicción pero perdemos originalidad, perdemos novedad. ¿Por qué olvidamos el valor de la novedad? Creo que no se hace el suficiente énfasis en la belleza de lo nuevo, de la novedad, la originalidad, las infinitas posibilidades de la expresión, de estructura, de amalgama. La construcción (o descubrimiento) de nuevos conceptos, de nuevas emociones. Ahí Yo encuentro valor, y el valor que trae la repetición se refleja en el refinamiento, en la intensidad, en 'hacer énfasis', pero no trae nuevos tesoros, nuevos brillos. Por eso Yo propongo acortar la brecha, evolucionar en seres de manifestación espontánea e instantánea. ¿Ha sido planteado esto antes? ¿Ha sido planteado vencer al tiempo desde esta óptica? Destruir la linealidad temporal con el poder de una colmena de mentes colectiva. Construir una supercomputadora mental humana psíquica que destruya las limitaciones, los condicionamientos, las frustraciones, las brechas temporales. Hoy yo lo propongo. Hoy nace la última de la brechas.

Ortogonal al Sol

Ortogonal al Sol. Para conectarme con las atmósferas de hegemonía mental, entenderlas, y torcerlas a favor de las utopías que piden los corazones. ¿Serán las nubes el tráfico de los pensamientos y las tormentas los procesos de cristalización? ¿Serán los rayos el instante de fusión de los planos mental y material? Como una melodía virgen esperando empaparse de ideas, de emociones, así es el aire, el éter. La atmósfera de cada sitio nos influencia, nos afecta, nos impregna de lo que fue impregnada, una reproducción emocional. ¿Hasta dónde somos permeables y hasta dónde somos el núcleo de las transformaciones? ¿Cuánta naturaleza de estrella y cuánta naturaleza de satélite hay en cada uno? La dicotomía de ser flexible y remontable como un barrilete contra la esencia firme, inquebrantable de la montaña. ¿Cual es el camino? ¿Cual es la heurística? ¿Cuánta vida estás dispuesto a sacrificar para ser un engranaje más de la reproducción? ¿Qué tienes para dar? ¿Cual es tu esencia? Bucear en las profundidades puede ser dificultoso por la falta de luz. Hoy elijo caminar con el corazón abierto para robustecer mi resistencia emocional, para ser auténtico frente al éxito, frente al fracaso, frente a la abundancia, frente a la escasez. Es fácil olvidar las raíces en los mejores momentos, el vértigo de las alturas nos ciega la vista, pero las consecuencias nos terminarán aplastando si no salvamos, si no cuidamos a los seres que nos dieron su amor, su contención, su tiempo, su confianza. Sólo la soledad puede dar la perspectiva del contraste, sólo en las crestas negativas podemos apreciar el valor de lo positivo. No todo da igual, no todo es lo mismo. Esto es una simplificación en los momentos de desesperación, de saturación, de hartazgo, pero no todo da igual.Sólo el fluir del tiempo aclara esta cuestión, sólo el pulido del tiempo saca brillo a los verdaderos tesoros. Por eso seamos ortogonales al Sol, para ser el puente entre lo etéreo de sus rayos y la solidez del metal bajo nuestros pies, seamos antenas de amor y destrucción.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Vengan a alimentarse de mi pecho

Vengan a alimentarse de mi pecho. Cuando se pierde el interés, se pierden los miedos, se pierden los instintos de conservación, se pierde, pero también se gana, se gana en inmunidad, se gana en independencia, se gana en tristeza. Demasiada actividad puede hacernos olvidar de la esencia, de las raices que sostienen nuestros vaivenes. Hasta acá llegué, ya nada me interesa, sólo una auténtica ráfaga tibia podrá ablandar mi actitud, porque estoy famélico de autenticidad. Es esto lo que me mantiene encerrado en un cubo. Y por eso ofrezco mi pecho, porque en él no hay nada para mí, es para los demás. Es el fruto que cae del árbol, el fruto humano, el amor para dar. El árbol no se alimenta de su propio fruto, la madre no se alimenta de su propia leche. Entendamos nuestra naturaleza de rompecabezas, somos piezas de una imagen global. ¡Busquemos cómo encastrar! ¿Y qué si nadie llena tu huequito? ¿Qué si quien llena tu huequito decide probar nuevos huecos? Este es un viejo problema conocido pero su solución parece no ser tan simple. Al menos Yo estoy sufriendo por mi falta de solución. El poder del anclaje de las ideas y pensamientos al escrito es una mecha encendida para dinamitar los bloqueos. A esto Yo apuesto incesantemente, es una estrategia desconocida para muchos. ¡Haz uso! Y mientras tanto ¡Vengan al festín! Vengan a cortar y mordisquear con saña la carnosidad que ofrece mi corazón; como aún late podrán también beber su jugo, beber de mis malestares, de mis tristezas, juguetear con mis llagas. No se preocupen hermanos, esta vez el karma corre por cuenta de la casa. Esto es un experimento de canibalismo ¿Qué te detiene? ¿Una ley, una consecuencia? Sólo el amor, sólo la conexión, sólo la empatía pueden ser las anticausas auténticas. Por eso ¡Vengan a revolverme! Vengan a manosear mi sensibilidad, a causar desangre, a desgarrar mi fruto. Háganlo ahora, mientras esté con vida. Mañana sólo seré una flecha al futuro.

Se agotan mis intenciones

Se agotan mis intenciones. No se puede disparar eternamente, sin cansancio, sin detenerse. Debemos esperar que las balas atraviesen cielos lejanos, que su zumbido se pierda en la lejanía, que las nubes jueguen a ser esponjas, que la gravedad devuelva el metal a la tierra. ¿Y qué queda? Las anécdotas del viaje, de la superación de las circunstancias, las naturalezas débiles y fuertes encontradas e internalizadas ¿Y algo más? ¿Ó solo queda lo que siempre estuvo, está y estará? El eterno presente. ¿Puedo ser consciente de su trascendencia? Si pudiese lograr esto, mi salvación estaría garantizada. Si puedo sentir la naturaleza anti-efímera del eterno presente, el regalo del ahora mismo (porque es tu ahora mismo, y no el de nadie más), el regalo del tiempo que otros seres nos hacen con su compañía, la sincera humanidad ofrecida a la hermandad... sí, en estas condiciones estaría salvado. Pero ¡Cuidado con entrar al mercado cardíaco! Porque allí son muchos los hambrientos de calor, y todavía somos (aquellos que luchamos contra el congelamiento) volcanes inactivos que no despiertan a voluntad. ¿Y dónde conviene buscar el calor? ¿En piedras volcánicas o en explosiones de supernovas? El Sol y su brillo manejan calores elevadísimos, es la aceleración de vórtice, el grito anaranjado, el plasma reivindicador. Será un nuevo elemento el que desintegre las sombras y las intercambie por relucientes figuras cuatridimensionales. Un pistón mental tritura mis arranques, y otro pistón emocional los estimula. ¿Resultado? Inmovilidad, equilibrio indeseado. ¿Quién dijo que el equilibrio siempre es bueno? Si buscamos nuevos caminos lo mejor es descarrilarse, volcar quizás, luego cortar malezas, explorar. Apuesto a mi paz, apuesto a mi tranquilidad. Hoy la euforia se la llevó el cansancio, hoy la vida quiere reconciliarse con un mar calmo. Hoy es la mano invisible la que guía mis palabras; mi piel limada desprende girones de éxtasis, ecos de aventuras ácidas, colonizaciones psiconautas. Recuerdos de amor rebotan en mis visualizaciones. ¿Qué más da? Sólo soy un corazón más, otro tic-tac que está contado, otra deuda por saldar con la muerte, otra hormiga más de Dios. ¿Y debo aceptarlo? Al menos puedo cuestionarlo.

No podré ser la red que sostenga a los equilibristas fallidos por siempre.

No podré ser la red que sostenga a los equilibristas fallidos por siempre. Cuando la soledad acecha, cuando el corazón busca ensamblarse en una orquesta coronal, en esas necesidades es más factible hundirse en arenas movedizas de proyectos ajenos (cualquier acercamiento a otro centro emocional justifica los medios y justifica los sacrificios). ¿Dónde está la rareza, la marca distintiva que diferencia entre lo standard y lo singular? ¿Cuánto valor hay en la autenticidad, cuánto valor en la unicidad? Si las consecuencias de ser fiel a uno mismo son estilos de vida isleños, estilos de vida de tierras sociales apartadas, de tesoros escondidos (enterrados) en islas sin habitantes, si los arcoiris anuncian fuentes de oro, si los duendes son visibles solo para los creyentes de la magia, si la socialidad y la originalidad están polarizadas ¿Cómo puedo sentirme hoy? ¿Dónde poner las fichas? ¿Cual será el sacrificio más pertinente que puede ofrecer mi ser? Ya lo dijo Víctor Jara: ¿Cuánto hay que vivir para ver la libertad? ¿Quién dijo que es una característica innata? Según mi experiencia es uno de los bienes más preciados en cuanto difícil de conservar, difícil de obtener, difícil de aprovechar. Me refugio en los escritos porque justifican el tiempo, combaten el utilitarismo, me hablan de océanos con nuevos colores, me dejan ser el protagonista. Adicto a las justificaciones, adicto a la búsqueda de causalidad. Si no estás bien, nada a tu alrededor puede estarlo. Dicen que dentro de uno está todo lo que sea necesario para tu ser, Yo siento que los seres no están encontrando los caminos de expresión mejor adaptados, porque quizás no existan de por sí y deban ser construidos. Agradezco con sinceridad todas los gestos lindos que obtengo de muchos hermanos, eso debo verlo, debo valorarlo. Cuando los guiños cómplices nos buscan como objetivo, ahí está el triunfo humano. Es en el apretón de manos, el abrazo, las caricias que se concreta el aprecio, pero siempre queda el sabor a efímero, esa cuestión de los adictos de siempre querer más. Dedicarme a sanar, a autoconstruirme a imagen y semejanza de lo que dicte mi corazón. La visa pasa y su balance es difícil de interpretar.